Desde que me cansé de buscar he aprendido a hallar.
Friedrich Nietzsche
Parece cosa necia en insistente abrir otro espacio en Internet, uno de tantos, innecesario tal vez, intrascendente también, pero más allá del tiempo que permanezca creo buscar ha sido el camino de su servidor. No sé qué busco, tampoco sé que he de encontrar, y para quienes ya me conoce, (ya se de blogs, de redes sociales o personalmente) sabrán de antemano que callar no es una de mis cualidades, que aceptar las cosas tampoco, y probablemente nunca sea feliz por ello, ¿y quién quiere la felicidad cuando se puede estar contento? Son dos cosas distintas, ser feliz y estar feliz. La primera es una ilusión: nunca se puede SER ALGO y dejar de ser otra cosa. La segunda es una posibilidad, se puede estar siendo de una o de otra manera. Esa es la condición de este espacio: no quiero que llegue a ser, sino que siga siendo un desprendimiento de algo que no soy: escritor, crítico, fotógrafo, cinefilo, lector, curioso, caminante, amante a fin de cuentas.
Este blog abre su puerta, sus ventanas, sus múltiples potencias, y como he dicho: es otra ventana de aquel edificio llamado «YO» que nunca podremos saber exactamente qué es, para qué sirve, a dónde ira a parar dicha palabra. En fin, ya son muchas letras y no he dicho nada, y es que ¿qué se dice en las bienvenidas? Nada, son eso; palabras vacías para rellenar algo que todavía ni es, algo que podría ser de una o de otra manera pero TODAVÍA no acontece. Sólo puedo decir algo más: menos palabras, más pa-la-bra-cre-a-da, sin ton ni son, sea pues esta su bienvenida a mi blog estimado lector, estimado curioso.
¡Y que viva el Rock N’ Roll Frase contextualmente desubicada
Traspatio 